30 nov 2008

Reflexión: 2 historias de ranas

Hoy contare 2 historias que han hecho cambiar el pensamiento de muchas personas, espero que a ustedes tambien les sirva:

La primera nos cuenta que un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo. Cuando vieron cuan profundo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo que sus esfuerzos serian inútiles. Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritó que dejara d sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con mas fuerza hasta que finalmente salió del hoyo. Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: "¿No escuchaste lo que te decíamos?" La rana les explicó q era sorda. Ella pensó que las demás la estaban animando a esforzarse mas para salir del hoyo.

Podemos ver que la lengua tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarlo y finalizar el día. Una palabra destructiva a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que acabe por destruirlos. Cualquiera puede hablar palabras que roben a los demás el espíritu que les lleva a seguir en la lucha en medio de tiempos difíciles. Tengamos cuidado con lo que decimos. Pero sobre todo con lo que escuchamos. No siempre hay que prestar atención, utilicemos lo que es bueno. Hablemos de vida, de alegría, de esperanza, a aquellos que se cruzan en nuestro camino. El poder de las palabras... A veces es difícil comprender que una palabra de ánimo pueda hacer tanto bien.



La segunda historia nos habla de que había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de crema.
Inmediatamente sintieron que se hundían; era imposible nadar o flotar mucho tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos patalearon en la crema para llegar al borde del recipiente pero era inútil, sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sintieron que cada vez era más difícil salir a la superficie a respirar.
Una de ellas dijo en voz alta:
- No puedo más. Es imposible salir de aquí, esta materia no es para nadar. Ya que voy a morir, no veo para qué prolongar este dolor. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril.
Y dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.
La otra rana, más persistente, se dijo:
- No hay caso! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo ya que la muerte me llega, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quisiera morir un segundo antes de que me llegue mi hora.
Y siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro.Horas y horas!
Y de pronto… de tanto patalear y agitar, agitar y patalear… La crema, se transformó en manteca.La rana sorprendida dio un salto y patinando llegó hasta el borde del pote. Desde allí, sólo le quedaba ir croando alegremente de regreso a casa.

Al igual que las ranas a veces nos encontramos frente a situaciones difíciles y a obstáculos muy grandes, pero a pesar de ello no nos debemos rendir ante este tipo de situaciones, hay que luchar hasta el final, ¡Lucha por tus sueños y metas, veras que conseguirás cosas grandes si lo haces con empeño y esmero!


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