12 dic 2008

Reflexión: ¡que pobres somos!


Un día, el padre de una familia adinerada llevó a su hijo a pasear por el campo, con el firme propósito de que su hijo viera que tan pobres eran las personas que vivían en el campo. Estuvieron un día y una noche completos en una granja de una familia campesina muy humilde.

Al terminar el viaje y ya regresando a casa el padre le preguntó a su hijo:
- ¿Qué te pareció el viaje?
- muy bonito padre!
- ¿has visto que tan pobre puede llegar a ser la gente? Preguntó el padre
- ¡si papá!
- ¿y que aprendiste?
- Vi que nosotros en casa tenemos un perro, ellos tienen cuatro. Además tenemos una alberca que llega de una barda hasta la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo infinito. Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. El patio llega hasta la barda de la casa, ellos tienen un horizonte sin fin como patio.
Después de ello, el padre quedo enmudecido… y su hijo agrego:
- ¡gracias papá por enseñarme cuan pobres somos!

Creemos que las cosas que tenemos no son suficientes para ser felices, y por ello dejamos de vivir la vida y nos obstinamos en trabajar como “camellos” de sol a sol sin valorar lo poco que tenemos. Es hora de comenzar a dedicarle más tiempo a nuestros seres queridos, ellos son con los que vamos a poder contar el resto de nuestras vidas, no desperdiciemos esos momentos que nos alegran cada segundo, cada hora, y cada día.

Reflexión: el limosnero

Había una vez un limosnero sentado en la calle. Este vio a lo lejos que se estaba aproximando el rey. El limosnero pensó “voy a pedirle algunas monedas, de seguro el me dará bastantes”, cuando el rey le paso por el lado, el limosnero le dijo: “su majestad, ¿me podría por favor regalar alguna moneda?” pensando que el rey le iba a dar mucho, este le dijo: “¿Por qué no me das algo tú?, ¿acaso no soy tu rey?”… el mendigo no sabia que responder a aquella pregunta, así que le contesto: pero su majestad… yo no tengo nada!”. Así que el rey le respondió: “algo debes de tener, busca!”.

Enojado y asombrado al mendigo no le quedo mas camino que buscar entre sus objetos personales, y supo que tenia una manzana, un pan y unos cuantos granos de arroz; el mendigo pensó que la manzana y el pan eran mucho para darle, así que en medio de su ira tomo 5 granos de arroz y se los dio al rey. Ya contento el rey le dijo: “ves como si tenias algo!” y le dio 5 monedas de oro, una por cada grano de arroz. Al ver esto, el mendigo dijo: “su excelencia… creo que acá tengo otras cosas”, pero el rey no hizo caso y le dijo: “solamente de lo que me has dado de corazón te puedo yo dar”.

El desprendernos de nuestras cosas, a veces resulta algo difícil. No seamos soberbios ni interesados, si hay que hacer algo, hagámoslo de corazón, no por obligación, tal vez si lo hacemos de esta manera habrán muchas más y mejores recompensas. Tal como el mendigo que a pesar de su pobreza no se quería desprender de sus cosas materiales, pero al ver que iba a recibir oro por cada una de ellas, su corazón se volvió codicioso y comenzó a desear más. No seamos como el mendigo, a la final lo material va a desaparecer y solo quedará nuestra conciencia, nuestra alma y nuestro espíritu, y lo que seamos como personas (nuestra esencia) es mucho más importante que lo terrenal.

Reflexión: trabaja, pero ante todo, disfruta la vida!

Un hombre adinerado y emprendedor se horrorizó al ver a un pescador recostado tranquilamente junto a su barca contemplando el mar y fumando muy apaciblemente su pipa después de haber vendido todo el pescado.

- ¿Por qué no has salido a pescar? – le pregunto el adinerado hombre
- Porque ya he pescado lo suficiente por hoy – respondió aquel pescador
- ¿y por qué no pescas mas de lo que necesitas? – insistió aquel emprendedor
- ¿y que podría hacer con ello? – preguntó a su vez el pescador
- ganarías mas dinero, y así podrías comprar un motor nuevo y mucho mas potente para tu barca – respondió aquel emprendedor – y así con ese motor nuevo podrías ir a aguas mucho mas profundas y pescar muchos mas peces. Luego, ganarías lo suficiente para comprarte unas mejores redes, como de Nylon, las cuales te permitirían sacar muchos mas peces y por ende conseguirías mucho mas dinero. Pronto llegarías a tener más de dos barcas, hasta una flota. Entonces llegarías a ser tan rico y tan poderoso como yo.
- ¿y que haría entonces? – pregunto el apacible pescador
- podrías sentarte y disfrutar de la vida – el emprendedor respondió.
- ¿y que crees que estoy haciendo en estos momentos? Le contestó sonriendo el pescador y siguió descansando.

A veces el ser codicioso no es tan bueno, esta bien tener metas claras, y querer ser alguien importante en la vida, pero hay que tener en cuenta que no hay que dejar de vivir por lograr esos objetivos. Esta bien el luchar por nuestros sueños e ideales, pero recuerda que todo en exceso es malo, y no hay que llegar al punto de ser obsesivos con algo, hay que vivir y dejar vivir.

Reflexión: el viejo critico

Había una vez un hombre con graves problemas de miopía, pero se consideraba un experto en evaluar el arte. Un día visitando un museo con algunos de sus amigos, se le olvido llevar los lentes, así que no podía ver las obras de arte con mucha claridad, pero a pesar de eso, eso no fue ningún inconveniente para dar sus fuertes críticas.

Tan pronto entraron a ver las obras, el comenzó a criticarlas una por una. Al detenerse ante lo que pensaba que era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo, y con aire de superioridad dijo: “el marco es totalmente inadecuado para el cuadro. El hombre esta vestido de una manera muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un grave error al escoger a un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. ¡Que falta de respeto!”
Aquel hombre siguió su parloteo sin detenerse, hasta que su esposa logro llegar hasta el atravesando la multitud que lo rodeaba, lo aparto muy discretamente y le dijo en voz baja: -querido, estas mirando un espejo!

La humildad es la única cura para nuestros errores, somos humanos, por lo tanto, no somos perfectos; es muy fácil ver los errores de los demás, pero muchas veces nos olvidamos de mirar nuestros errores propios y peor aun, no nos preocupamos por corregirlos, hay veces que el orgullo es mas fuerte, y lo ideal seria dejar este a un lado para así reconocerlos y admitirlos, para así encontrar alguna solución.

“El que encubre sus faltas no prosperará, mas el que las admite y las aparta, alcanzará misericordia” Proverbios 28:13

30 nov 2008

Reflexión: no enseñes mal a tu hijo


Padre de familia que andas muy ocupado por tu trabajo, ¿Por qué no le dedicas tiempo a tu hijo?, quiero compartir esta reflexión especialmente contigo, espero que seas conciente del daño que le puedes estar haciendo a tu niño/a:

¡Mi hijo nació hace pocos días, llegó a este mundo de una manera normal, pero yo tenía que viajar, tenía tantos compromisos!!
Mi hijo aprendió a comer cuando menos lo esperaba, comenzó a hablar cuando yo no estaba. Cómo crece mi hijo de rápido. ¡Cómo pasa el tiempo!
Mi hijo a medida que crecía me decía: ¡Papá algún día yo seré como tú!
- ¿Cuándo regresas a casa papá?
- No lo sé, pero cuando regrese jugaremos juntos, ya lo verás.
Mi hijo cumplió nueve años hace pocos días y me dijo:
- ¡Gracias por la pelota papá! ¿Quieres jugar conmigo?
- hoy no hijo, tengo mucho que hacer.
- Está bien papá, otro día será…
Y así se fue pasando el tiempo, siempre estuve ocupado, claro!! Pensaba en los gastos que se teníamos que enfrentar mi esposa y yo para pagar servicios, escuelas, uniformes. Debía trabajar y trabajar…cada vez mas!!!
Mi hijo regresó de la universidad el otro día, hecho todo un hombre.
- “Hijo estoy orgulloso de ti, siéntate y hablemos un poco”.
- Hoy no papá, tengo compromisos, por favor préstame el carro para visitar a mi novia.
Ya me jubilé y hace mucho que no veo a mi hijo hoy lo llamé:
- ¡Hola hijo quiero verte!
- Me encantaría padre, pero es que no tengo tiempo, tú sabes, mi trabajo, mi familia, los niños, ¡pero gracias por llamar, fue increíble oír tu voz! ¿O qué te falta algo? ¿Estás bien verdad?
Al colgar el teléfono me di cuenta que mi hijo ERA COMO YO. Ahora que yo necesitaba de el, de su compañía, el tenía muchos compromisos.
Cuántas veces mi hijo y yo Hubiéramos gozado jugando Juntos, yendo a nadar, al campo, disfrutar en familia, pero no, no tuve tiempo, éste se pasó volando!!!
Ahora que ya estoy solo, viudo, jubilado, y que lo necesito, no puedo disfrutarlo. Pero no le digo nada, con qué cara le digo que lo extraño, que me siento solo, que no necesito nada mas que su compañía, que deje todo, si yo hice lo mismo!!!
¡No hay duda que en la medida que demos, recibiremos!!

Es cierto, que a veces es difícil hacer el deber, pero es necesario e importante dedicarle un tiempo a los hijos, tal vez el día de mañana sea demasiado tarde… solo medita si realmente le estas haciendo un bien o un mal a tu hijo… hoy día son muy frecuentes ese tipo de situaciones, pero es necesario comenzar a dar un buen ejemplo de paternidad o maternidad para que en un futuro nuestros hijos sean mas agradecidos, considerados y tengan esa mentalidad de ser buenos padres.

Reflexión: gestos de amor de un niño

Una historia de lo que realmente puede llegar a hacer un niño por el amor a sus padres, aprendamos un poco mas con esta hermosa reflexión.

El pequeño Luis de 6 años, decidió una mañana prepararle panquecas a sus padres para desayunar. Encontró un gran tazón y una cuchara, acercó una silla a la mesa, y trató de alzar el pesado paquete de harina para abrirlo. La mitad del paquete quedó desparramado entre la mesa, la silla y el suelo.
Tomó toda la que pudo con sus manitas y la puso dentro del tazón, después le puso un poco de leche y azúcar haciendo una mezcla pegajosa que empezaba a chorrear por los bordes. Además habían ya pequeñas huellas de harina por toda la cocina dejadas por él.
Luis estaba totalmente cubierto con harina y estaba empezando a frustrarse. El quería darle una sorpresa a sus papás haciendo algo muy bueno, pero todo le estaba saliendo al revés. No sabía que más había que agregar a la pasta o si había que hornear las panquecas, pues ni siquiera sabía como usar el horno.
Se dirigió a la mesa, pero por accidente derramó la botella de leche, cayeron al suelo los huevos que estaban sobre la mesa y se quebraron, intento agacharse para limpiar, pero se resbaló y quedó con toda su pijama pegajosa, llena de harina y de huevo.
En ese momento, vio a su papá de pie en la puerta. Dos grandes lágrimas asomaron a sus ojos. El solo quería hacer algo bueno, pero en realidad había causado un gran desastre
Estaba seguro de que su papá lo iba a regañar y muy posiblemente castigarlo.
Pero su papá sólo lo miraba en medio de aquel desorden.
Entonces, caminando encima de todo aquello, tomó en sus brazos a su hijo que lloraba y le dio un gran abrazo lleno de amor, sin importarle llenarse él mismo de harina y huevo.

¡Padres! Antes de regañar a sus hijos deberían mirar cuales son las causas reales, a veces es mejor llegar al dialogo para solucionar los malentendidos.

Reflexión: como amar al adulto mayor

Sin lugar a duda hay que respetar mucho al adulto mayor, además hay que saber quererlo, tal vez para algunos sea difícil, pero sobre todo hay que tener en cuenta que ellos saben y conocen mas que nosotros mismos, y es mejor comprenderlos y no rechazarlos, por ello me pareció bien interesante esta reflexión:

Déjalo hablar….. porque hay en su pasado un tesoro lleno de verdad, de belleza y de bien.
Déjalo vencer….. en las discusiones, porque tiene necesidad de sentirse seguro de sí mismo.
Déjalo ir a visitar…. a sus viejos amigos porque entre ellos se siente revivir.
Déjalo contar…. sus historias repetidas, porque se siente feliz cuando lo escuchamos.
Déjalo vivir…. entre las cosas que ha amado, porque sufre al sentir que le arrancamos pedazos de su vida.
Déjalo gritar…. cuando se ha equivocado porque los ancianos como los niños tienen derecho a la comprensión.
Déjalo tomar un puesto…en el automóvil de la familia cuando van de vacaciones, porque el próximo año tendrás remordimientos de conciencia si ya no existe más.
Déjalo envejecer… con el mismo paciente amor con que dejas crecer a tus hijos, porque todo es parte de la naturaleza.
Déjalo rezar… como él sabe; como él quiere, porque el adulto mayor descubre la sombra de DIOS en el camino que le falta recorrer.
Déjalo morir… entre brazos llenos de piedad, porque el AMOR de los hermanos sobre la tierra, nos hace presentir mejor el torrente infinito de amor del PADRE que esta en los Cielos

Espero que estas palabras surtan algún efecto en nuestras conciencias y comencemos a no dejar en el olvido al adulto mayor.