
Tan pronto entraron a ver las obras, el comenzó a criticarlas una por una. Al detenerse ante lo que pensaba que era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo, y con aire de superioridad dijo: “el marco es totalmente inadecuado para el cuadro. El hombre esta vestido de una manera muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un grave error al escoger a un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. ¡Que falta de respeto!”
Aquel hombre siguió su parloteo sin detenerse, hasta que su esposa logro llegar hasta el atravesando la multitud que lo rodeaba, lo aparto muy discretamente y le dijo en voz baja: -querido, estas mirando un espejo!
La humildad es la única cura para nuestros errores, somos humanos, por lo tanto, no somos perfectos; es muy fácil ver los errores de los demás, pero muchas veces nos olvidamos de mirar nuestros errores propios y peor aun, no nos preocupamos por corregirlos, hay veces que el orgullo es mas fuerte, y lo ideal seria dejar este a un lado para así reconocerlos y admitirlos, para así encontrar alguna solución.
“El que encubre sus faltas no prosperará, mas el que las admite y las aparta, alcanzará misericordia” Proverbios 28:13
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